Juan Mari Larrañaga Ysasi-Ysasmendi, autor de este blog

Juan Mari Larrañaga Ysasi-Ysasmendi, autor de este blog

domingo, 30 de septiembre de 2012

Cortar con todo aquello que nos separe de la voluntad de Dios


Domingo B de la 26ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA
¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo fuera profeta!
Lectura del libro de los Números 11,25-29

En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar en seguida. Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: - «Eldad y Medad están profetizando en el campamento.» Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: - «Señor mío, Moisés, prohíbeselo.» Moisés le respondió: - «¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 18, 8. 10. 12-13. 14 
R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante.

R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.

R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

Aunque tu siervo vigila para guardarlos con cuidado, ¿quién conoce sus faltas? Absuélveme de lo que se me oculta.

R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré libre e inocente del gran pecado.

R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

SEGUNDA LECTURA
Vuestra riqueza está corrompida
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1-6

Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado. Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego. ¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final! El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste. Palabra de Dios.

EVANGELIO
El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Si tu mano te hace caer, córtatela
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 38-43. 45. 47-48

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: - «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.» Jesús respondió: -«No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

Hay una historia que dice, más o menos, así:
Dos monjes budistas iban caminando de viaje y tenían que cruzar un riachuelo. Iba también una mujer que no podía cruzar al otro lado. El anciano la cargó a la espalda para cruzarla. El joven se extrañó porque, generalmente, los monjes budistas no pueden tocar a una mujer pues se “contaminaría” su alma, y fue durante el resto del viaje preocupado. Al llegar al destino, éste le pide explicaciones y aquel le dice: “Yo la dejé allí. Tú la llevas todavía”.
Lejos de lo que diga la religión budista, esta historia viene muy a cuento con la parte final del Evangelio de este domingo. Hemos de apartar todo lo nocivo, todo lo que nos pueda separar de Dios. Incluso debemos cortar con aquellas personas  que, aunque las amemos mucho, sin embargo, por su propia idiosincrasia, es un inconveniente a la hora de hacer la voluntad del Señor.
También, debemos cortar con pensamientos eróticos e impuros y con preocupaciones por problemas cuya solución no esté en nuestras manos. Sin ir más lejos, el miércoles puse en mi muro de Facebook lo siguiente: “Hoy, de madrugada, me desperté con un pensamiento que, en realidad, no tendría que preocuparme. Soy español y me preocupa lo que está pasando en mi país, pero debo comprender que mi misión no es otra sino la de ofrecer todos mis sufrimientos a Dios por la salvación de todas las almas. No obstante… ¿hasta qué punto, Señor mío, puedo estar así, preocupado por algo cuya solución no está en mis manos, máxime siendo yo todo Tuyo?”. 

domingo, 23 de septiembre de 2012

La crisis española


Domingo B de la 25ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA
Lo condenaremos a muerte ignominiosa
Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20

Se dijeron los impíos: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él. » Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 53, 3-4. 5. 6 y 8
R. El Señor sostiene mi vida.

Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras.

R. El Señor sostiene mi vida.

Porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios.

R. El Señor sostiene mi vida.

Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno.

R. El Señor sostiene mi vida.

SEGUNDA LECTURA
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia
Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16-4, 3

Queridos hermanos: Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones. Palabra de Dios.

EVANGELIO
El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: - «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.» Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó- «¿De qué discutíais por el camino?» Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: - «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.» Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: - «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

El libro de la Sabiduría nos habla de que unos impíos reunidos toman una resolución diciendo: “Acechemos al justo, que nos resulta incómodo”. Esto sigue ocurriendo en la actualidad. Cuando alguien con un mínimo de autoridad moral habla de algo referente a cualquier tema espinoso (matrimonio homosexual, aborto, eutanasia…) que, para los mal llamados progresistas, son “conquistas sociales”, pero, a mi juicio, se trata de retroceder veinte siglos, éstos montan un show tratando de hacerle rectificar y lanzando contra aquel toda clase de injurias y calumnias para descalificarle. 
Esta semana pasada, sin ir más lejos, el Rey Juan Carlos I, viendo la situación socioeconómica y política de España, escribió una carta, y la dio a conocer en la web oficial de Casa Real, en la que reclamaba a todos los españoles en general, y a los políticos en particular, “unión y concordia” para superar las actuales dificultades. Los nacionalistas y partidos de izquierdas se lanzaron como lobos furiosos y hambrientos a la presa descalificando la misiva con toda clase de calificativos insidiosos, cuando lo único que pretendía era, y es, reflejar un sentimiento mayoritario en el pueblo español: la desunión constante y el permanente desacuerdo entre la clase política están impidiendo una efectiva y pronta salida a los problemas derivados de la gravísima crisis, no sólo económica y política, sino también moral y ética.
No es mi intención hablar aquí de política, pero la primera lectura y el Evangelio de este domingo, aparte de la actualidad, me han dado pie a ello, ya que los políticos, las autoridades públicas y el Rey, familia incluida, son nuestros servidores.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Y tú, ¿quién dices que soy?


Domingo B de la 24ª semana de Tiempo Ordinario
PRIMERA LECTURA
Ofrecí la espalda a los que me apaleaban
Lectura del libro de Isaías 50, 5-9a

El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará? Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9
R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco.

R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia. Invoqué el nombre del Señor: «Señor, salva mi vida»

R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo; el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas, me salvó

R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

Arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

SEGUNDA LECTURA
La fe, si no tiene obras, está muerta
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 14-18

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: «Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.» Palabra de Dios.

EVANGELIO
Tú eres el Mesías... El Hijo del hombre tiene que padecer mucho
Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 27-35

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.» Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?» Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.» Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.» Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!» Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

Si Jesucristo nos hiciese hoy a cada uno la pregunta de “Y tú, ¿quién dices que soy?”, ¿seriamos capaces de responder como respondió Simón Pedro? ¿Tendríamos, al menos, la misma experiencia de Jesús que tuvo él? Cierto que la experiencia que del Señor tiene cada uno es muy diferente, pero atrevámonos a responder sinceramente.
Mirad: Para mí, Jesús es una persona real, tan real que le siento, un amigo con quien hablo constantemente y a cualquier hora, aunque sea a horas tan intempestivas como las cuatro de la madrugada, un Padre Bueno, un Amante fiel. El Señor me enseña como un gran maestro, me guía por los senderos oscuros de la vida y, si me desvío, me busca para devolverme al camino recto.
En la carta del Apóstol Santiago se nos dice claramente que “de qué sirve la fe sin obras”. El Papa Benedicto XVI ha convocado el Año de la Fe que se abrirá el 7 de octubre para reflexionar los diversos aspectos de la misma.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Sorderas


Domingo B de la 23ª semana de Tiempo Ordinario
PRIMERA LECTURA
Los oídos del sordo se abrirán, la lengua del mudo cantará
Lectura del libro de Isaías 35, 4-7a

Decid a los cobardes de corazón. «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y os salvará» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantar. Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa, el páramo será un estanque, lo reseco un manantial. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 145, 7. 8-9a. 9bc- 10
R. Alaba, alma mía, al Señor.

Que mantiene su fidelidad perpetuamente, que hace justicia a los oprimidos, que da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad.

R. Alaba, alma mía, al Señor.


SEGUNDA LECTURA
¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres para hacerlos herederos del reino?
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 1-5

Hermanos míos: No juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: «Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado.» Al pobre, en cambio: «Estáte ahí de pie o siéntate en el suelo.» Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman? Palabra de Dios.

EVANGELIO
Hace oír a los sordos y hablar a los mudos
Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 31-37

En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: - «Effetá», esto es: «Ábrete.» Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: - «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

“Ábrete” es la única palabra dicha al sordomudo por Jesús en el instante de obrar el milagro para que pudiera oír y que se le soltara la lengua. Hoy en día, los sordomudos pueden comunicarse perfectamente a través de la “Lengua de signos”, esto es, un sistema mediante signos mímicos. Algunos pueden llegar a oír mediante aparatos y/o implantes.

Pero, desgraciadamente también, existe la llamada “sordera espiritual”, cada vez más extendida, consistente en no escuchar, o no querer escuchar, la voz susurrante del Señor. Pienso que el sordomudo del Evangelio de este domingo lo es doblemente. Representa la sordera física que le lleva al aislamiento social, de ahí que unos “amigos” (se supone) o “familiares” querían que Jesucristo le impusiese las manos bendiciéndolo. Pero Él va mucho más allá de una simple bendición. Lo aparta para que, a solas, experimentara Su amor y obrar así la total curación.
También, representa la sordera espiritual porque él era un pagano, no sabía o no quería saber nada de Dios. Esa sordera la tuve, y la sigo teniendo a veces. Hay que estar muy alerta porque, en determinadas circunstancias, nos ponemos unos tapones para no oírle y nos alejamos tanto de Su voz que nos puede parecer que no nos habla, cuando, en realidad, son nuestros tapones, o sea, nuestros propios pecados, incluso los veniales, los que nos están impidiendo la escucha.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Conciencia y Ley de Dios

Domingo B de la 22ª semana de Tiempo Ordinario

PRIMERA LECTURA

No añadáis nada a lo que os mando.... así cumpliréis los preceptos del Señor

Lectura del libro del Deuteronomio 4,1-2.6-8

Moisés habló al pueblo, diciendo: - «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente." Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Sal 14, 2-3a. 3bc-4ab. 5

R Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua.

R Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor.

R Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará.

R Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

SEGUNDA LECTURA

Llevad a la práctica la palabra

Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 17-18.21b-22.27

Mis queridos hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo. Palabra de Dios.

EVANGELIO

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios, para aferraros a la tradición de los hombres

Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 1-8. 14-15. 21-23

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.) Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: - «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?» El les contestó: - «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.» Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: - «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, -fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

Tras este periodo vacacional en el que he considerado a bien no escribir este "Comentario dominical" porque, aunque en el blog hay gente que esperan esto como agua de mayo, pues necesitan de la Palabra de Dios con un pequeño comentario, también tengo gente a la que se le envía vía e-mail esto en formato pdf que generalmente desconecta del correo electrónico, amen de que yo necesito este periodo para reflexionar, vuelvo al tajo con nuevos bríos. Trataré de escribir este Comentario también para las fiestas de precepto, aunque sean laborables. Dicho esto, ¡al grano!

La Ley de Dios, con todos sus decretos, preceptos, normas y mandatos, que el Señor, a través de Moisés, dio a su Pueblo antes de entrar en la "Tierra prometida" tenía como finalidad última que todos los pueblos llegaran a alcanzar el conocimiento intimo de su persona por el ejemplo que les transmitiese. Por eso, Moisés les dice: «Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente"». La interpretación que de la misma se hizo, influida también por las diferentes culturas a las que a lo largo de toda la historia de Israel ha estado expuesto y por las distintas prácticas religiosas que en cada época se hacían, llegó a desvirtuarla con tantos preceptos, muchos de ellos añadidos humanos para acallar la conciencia de la clase dirigente haciendo de estos lo que Jesucristo calificó de "tradiciones". De ahí que les dijera lo que siglos atrás había dicho por medio del profeta Isaías: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos."

La verdadera pureza no está en lo externo, sino en lo profundo, en el interior del corazón humano, en la misma conciencia. Pero la tenemos que educar, dado que va a ser la que dictará para nuestros adentros si un determinado acto cometido bajo unas circunstancias es intrínsecamente bueno o malo. Reeducar nuestra sociedad requiere, ante todo, reeducar las conciencias, tanto individuales como colectivas, proponiendo los valores de siempre que son los que nos han hecho progresar y rechazando los antivalores que hoy se nos cuelan como "un elefante por el agujero de una pequeña aguja de hilo finísimo".