Juan Mari Larrañaga Ysasi-Ysasmendi, autor de este blog

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domingo, 23 de septiembre de 2012

La crisis española


Domingo B de la 25ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA
Lo condenaremos a muerte ignominiosa
Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20

Se dijeron los impíos: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él. » Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 53, 3-4. 5. 6 y 8
R. El Señor sostiene mi vida.

Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras.

R. El Señor sostiene mi vida.

Porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios.

R. El Señor sostiene mi vida.

Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno.

R. El Señor sostiene mi vida.

SEGUNDA LECTURA
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia
Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16-4, 3

Queridos hermanos: Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones. Palabra de Dios.

EVANGELIO
El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: - «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.» Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó- «¿De qué discutíais por el camino?» Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: - «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.» Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: - «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

El libro de la Sabiduría nos habla de que unos impíos reunidos toman una resolución diciendo: “Acechemos al justo, que nos resulta incómodo”. Esto sigue ocurriendo en la actualidad. Cuando alguien con un mínimo de autoridad moral habla de algo referente a cualquier tema espinoso (matrimonio homosexual, aborto, eutanasia…) que, para los mal llamados progresistas, son “conquistas sociales”, pero, a mi juicio, se trata de retroceder veinte siglos, éstos montan un show tratando de hacerle rectificar y lanzando contra aquel toda clase de injurias y calumnias para descalificarle. 
Esta semana pasada, sin ir más lejos, el Rey Juan Carlos I, viendo la situación socioeconómica y política de España, escribió una carta, y la dio a conocer en la web oficial de Casa Real, en la que reclamaba a todos los españoles en general, y a los políticos en particular, “unión y concordia” para superar las actuales dificultades. Los nacionalistas y partidos de izquierdas se lanzaron como lobos furiosos y hambrientos a la presa descalificando la misiva con toda clase de calificativos insidiosos, cuando lo único que pretendía era, y es, reflejar un sentimiento mayoritario en el pueblo español: la desunión constante y el permanente desacuerdo entre la clase política están impidiendo una efectiva y pronta salida a los problemas derivados de la gravísima crisis, no sólo económica y política, sino también moral y ética.
No es mi intención hablar aquí de política, pero la primera lectura y el Evangelio de este domingo, aparte de la actualidad, me han dado pie a ello, ya que los políticos, las autoridades públicas y el Rey, familia incluida, son nuestros servidores.

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