Juan Mari Larrañaga Ysasi-Ysasmendi, autor de este blog

Juan Mari Larrañaga Ysasi-Ysasmendi, autor de este blog

domingo, 11 de noviembre de 2012

Alegría de vivir


Domingo B de la 32ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA
La viuda hizo un panecillo y lo llevó a Elías
Lectura del primer libro de los Reyes 17, 10-16

En aquellos días, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: «Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba.» Mientras iba a buscarla, le gritó: «Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan.» Respondió ella: «Te juro por el Señor, tu Dios, que no tengo ni pan; me queda sólo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos.» Respondió Elías: «No temas. Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí un panecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después. Porque así dice el Señor, Dios de Israel: "La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra."» Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías, y comieron él, ella y su hijo. Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó, como lo había dicho el Señor por medio de Elías. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 145, 7. 8-9a. 9bc-10
R. Alaba, alma mía, al Señor.

Que mantiene su fidelidad perpetuamente, que hace justicia a los oprimidos, que da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

SEGUNDA LECTURA
Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos
Lectura de la carta a los Hebreos 9, 24-28

Cristo ha entrado, no en un santuario construido por hombres imagen del auténtico, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros. Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena; si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde el principio del mundo. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo. Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez. Y después de la muerte, el juicio. De la misma manera, Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para salvarlos. Palabra de Dios

EVANGELIO
Esa pobre viuda ha echado más que nadie
Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 38-44

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: _ «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa.» Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.» Palabra del Señor

COMENTARIO

Muchas semanas, al leer las lecturas del domingo para escribir el comentario, se me ocurren un montón de cosas por decir, pero, conforme las voy plasmando en un documento, me voy bloqueando y, aunque pida la ayuda al Espíritu Santo, llega el domingo y no tengo nada. Es lo que me ha pasado las últimas semanas y, por eso, no he mandado nada ni he puesto nada en el blog.
 Muchas personas se sorprenden cuando van a un sitio mísero y pobre a ayudar, creyendo que se van a encontrar con personas poco menos que desesperadas y tristes, y se encuentran con personas sencillas, pobres y muy alegres. ¿Por qué? La alegría de estar vivo, estemos cómo o dónde estemos, debería ser para todos la más importante de las razones.
Tanto la primera lectura como el Evangelio nos presentan a una viuda pobre que, sin tener nada, da al profeta Elías –en la primera lectura– un panecillo y al arca de las ofrendas –en el Evangelio– dos reales, necesitándolo mucho más ella. Sin embargo, se fía mucho más en Dios que en lo que tiene.


domingo, 7 de octubre de 2012

No estamos hechos para vivir de contratos


Domingo B de la 27ª semana de Tiempo Ordinario
PRIMERA LECTURA
Y serán los dos una sola carne
Lectura del libro del Génesis 2, 18-24

El Señor Dios se dijo: - «No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.» Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre. El hombre dijo: - «¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 127, 1-2.3. 4-5. 6
R. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.

R. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.

Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.

R. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida.

R. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.

Que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz a Israel!

R. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.


SEGUNDA LECTURA
El santificador y los santificados proceden todos del mismo
Lectura de la carta a los Hebreos 2, 9-11

Hermanos: Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al gula de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos. Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 2-16

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: - «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?» Él les replicó: - «¿Qué os ha mandado Moisés?» Contestaron: - «Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.» Jesús les dijo: -«Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne". De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.» En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: - «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.» Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: - «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.» Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos. Palabra del Señor.

COMENTARIO

En el Génesis se narra que Dios nos creó varón y mujer. Adán y Eva fue un “matrimonio”, la primera pareja bendecida por el Señor que tenían como única misión, aparte de ser administradores de toda la creación, la de “creced y multiplicaos” (Gn. 1, 28). El pecado original introdujo en el corazón de todos los hombres un desequilibrio motivando, entre otras muchas cosas, una cierta ruptura entre el hombre y la mujer.
Hoy en día, la palabra matrimonio va inseparablemente asociado a la de divorcio. Nos podemos casar y en un rato divorciarnos como quien cambia de chaqueta. No aguantamos un bache porque creemos que eso del matrimonio es un contrato entre dos personas sin más. Reducirlo a un mero contrato es no entender nada porque no estamos hechos para vivir de contratos cuando los sentimientos y, sobre todo, el amor tendrían que ser los criterios de los que se sustente el matrimonio.
Para los católicos, el matrimonio es un sacramento mediante el cual Jesucristo da las gracias necesarias soportar todo.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Cortar con todo aquello que nos separe de la voluntad de Dios


Domingo B de la 26ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA
¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo fuera profeta!
Lectura del libro de los Números 11,25-29

En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar en seguida. Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: - «Eldad y Medad están profetizando en el campamento.» Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: - «Señor mío, Moisés, prohíbeselo.» Moisés le respondió: - «¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 18, 8. 10. 12-13. 14 
R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante.

R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.

R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

Aunque tu siervo vigila para guardarlos con cuidado, ¿quién conoce sus faltas? Absuélveme de lo que se me oculta.

R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré libre e inocente del gran pecado.

R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

SEGUNDA LECTURA
Vuestra riqueza está corrompida
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1-6

Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado. Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego. ¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final! El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste. Palabra de Dios.

EVANGELIO
El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Si tu mano te hace caer, córtatela
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 38-43. 45. 47-48

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: - «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.» Jesús respondió: -«No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

Hay una historia que dice, más o menos, así:
Dos monjes budistas iban caminando de viaje y tenían que cruzar un riachuelo. Iba también una mujer que no podía cruzar al otro lado. El anciano la cargó a la espalda para cruzarla. El joven se extrañó porque, generalmente, los monjes budistas no pueden tocar a una mujer pues se “contaminaría” su alma, y fue durante el resto del viaje preocupado. Al llegar al destino, éste le pide explicaciones y aquel le dice: “Yo la dejé allí. Tú la llevas todavía”.
Lejos de lo que diga la religión budista, esta historia viene muy a cuento con la parte final del Evangelio de este domingo. Hemos de apartar todo lo nocivo, todo lo que nos pueda separar de Dios. Incluso debemos cortar con aquellas personas  que, aunque las amemos mucho, sin embargo, por su propia idiosincrasia, es un inconveniente a la hora de hacer la voluntad del Señor.
También, debemos cortar con pensamientos eróticos e impuros y con preocupaciones por problemas cuya solución no esté en nuestras manos. Sin ir más lejos, el miércoles puse en mi muro de Facebook lo siguiente: “Hoy, de madrugada, me desperté con un pensamiento que, en realidad, no tendría que preocuparme. Soy español y me preocupa lo que está pasando en mi país, pero debo comprender que mi misión no es otra sino la de ofrecer todos mis sufrimientos a Dios por la salvación de todas las almas. No obstante… ¿hasta qué punto, Señor mío, puedo estar así, preocupado por algo cuya solución no está en mis manos, máxime siendo yo todo Tuyo?”. 

domingo, 23 de septiembre de 2012

La crisis española


Domingo B de la 25ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA
Lo condenaremos a muerte ignominiosa
Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20

Se dijeron los impíos: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él. » Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 53, 3-4. 5. 6 y 8
R. El Señor sostiene mi vida.

Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras.

R. El Señor sostiene mi vida.

Porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios.

R. El Señor sostiene mi vida.

Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno.

R. El Señor sostiene mi vida.

SEGUNDA LECTURA
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia
Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16-4, 3

Queridos hermanos: Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones. Palabra de Dios.

EVANGELIO
El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: - «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.» Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó- «¿De qué discutíais por el camino?» Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: - «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.» Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: - «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

El libro de la Sabiduría nos habla de que unos impíos reunidos toman una resolución diciendo: “Acechemos al justo, que nos resulta incómodo”. Esto sigue ocurriendo en la actualidad. Cuando alguien con un mínimo de autoridad moral habla de algo referente a cualquier tema espinoso (matrimonio homosexual, aborto, eutanasia…) que, para los mal llamados progresistas, son “conquistas sociales”, pero, a mi juicio, se trata de retroceder veinte siglos, éstos montan un show tratando de hacerle rectificar y lanzando contra aquel toda clase de injurias y calumnias para descalificarle. 
Esta semana pasada, sin ir más lejos, el Rey Juan Carlos I, viendo la situación socioeconómica y política de España, escribió una carta, y la dio a conocer en la web oficial de Casa Real, en la que reclamaba a todos los españoles en general, y a los políticos en particular, “unión y concordia” para superar las actuales dificultades. Los nacionalistas y partidos de izquierdas se lanzaron como lobos furiosos y hambrientos a la presa descalificando la misiva con toda clase de calificativos insidiosos, cuando lo único que pretendía era, y es, reflejar un sentimiento mayoritario en el pueblo español: la desunión constante y el permanente desacuerdo entre la clase política están impidiendo una efectiva y pronta salida a los problemas derivados de la gravísima crisis, no sólo económica y política, sino también moral y ética.
No es mi intención hablar aquí de política, pero la primera lectura y el Evangelio de este domingo, aparte de la actualidad, me han dado pie a ello, ya que los políticos, las autoridades públicas y el Rey, familia incluida, son nuestros servidores.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Y tú, ¿quién dices que soy?


Domingo B de la 24ª semana de Tiempo Ordinario
PRIMERA LECTURA
Ofrecí la espalda a los que me apaleaban
Lectura del libro de Isaías 50, 5-9a

El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará? Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9
R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco.

R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia. Invoqué el nombre del Señor: «Señor, salva mi vida»

R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo; el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas, me salvó

R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

Arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

R. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

SEGUNDA LECTURA
La fe, si no tiene obras, está muerta
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 14-18

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: «Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.» Palabra de Dios.

EVANGELIO
Tú eres el Mesías... El Hijo del hombre tiene que padecer mucho
Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 27-35

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.» Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?» Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.» Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.» Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!» Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

Si Jesucristo nos hiciese hoy a cada uno la pregunta de “Y tú, ¿quién dices que soy?”, ¿seriamos capaces de responder como respondió Simón Pedro? ¿Tendríamos, al menos, la misma experiencia de Jesús que tuvo él? Cierto que la experiencia que del Señor tiene cada uno es muy diferente, pero atrevámonos a responder sinceramente.
Mirad: Para mí, Jesús es una persona real, tan real que le siento, un amigo con quien hablo constantemente y a cualquier hora, aunque sea a horas tan intempestivas como las cuatro de la madrugada, un Padre Bueno, un Amante fiel. El Señor me enseña como un gran maestro, me guía por los senderos oscuros de la vida y, si me desvío, me busca para devolverme al camino recto.
En la carta del Apóstol Santiago se nos dice claramente que “de qué sirve la fe sin obras”. El Papa Benedicto XVI ha convocado el Año de la Fe que se abrirá el 7 de octubre para reflexionar los diversos aspectos de la misma.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Sorderas


Domingo B de la 23ª semana de Tiempo Ordinario
PRIMERA LECTURA
Los oídos del sordo se abrirán, la lengua del mudo cantará
Lectura del libro de Isaías 35, 4-7a

Decid a los cobardes de corazón. «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y os salvará» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantar. Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa, el páramo será un estanque, lo reseco un manantial. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Sal 145, 7. 8-9a. 9bc- 10
R. Alaba, alma mía, al Señor.

Que mantiene su fidelidad perpetuamente, que hace justicia a los oprimidos, que da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad.

R. Alaba, alma mía, al Señor.


SEGUNDA LECTURA
¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres para hacerlos herederos del reino?
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 1-5

Hermanos míos: No juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: «Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado.» Al pobre, en cambio: «Estáte ahí de pie o siéntate en el suelo.» Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman? Palabra de Dios.

EVANGELIO
Hace oír a los sordos y hablar a los mudos
Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 31-37

En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: - «Effetá», esto es: «Ábrete.» Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: - «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

“Ábrete” es la única palabra dicha al sordomudo por Jesús en el instante de obrar el milagro para que pudiera oír y que se le soltara la lengua. Hoy en día, los sordomudos pueden comunicarse perfectamente a través de la “Lengua de signos”, esto es, un sistema mediante signos mímicos. Algunos pueden llegar a oír mediante aparatos y/o implantes.

Pero, desgraciadamente también, existe la llamada “sordera espiritual”, cada vez más extendida, consistente en no escuchar, o no querer escuchar, la voz susurrante del Señor. Pienso que el sordomudo del Evangelio de este domingo lo es doblemente. Representa la sordera física que le lleva al aislamiento social, de ahí que unos “amigos” (se supone) o “familiares” querían que Jesucristo le impusiese las manos bendiciéndolo. Pero Él va mucho más allá de una simple bendición. Lo aparta para que, a solas, experimentara Su amor y obrar así la total curación.
También, representa la sordera espiritual porque él era un pagano, no sabía o no quería saber nada de Dios. Esa sordera la tuve, y la sigo teniendo a veces. Hay que estar muy alerta porque, en determinadas circunstancias, nos ponemos unos tapones para no oírle y nos alejamos tanto de Su voz que nos puede parecer que no nos habla, cuando, en realidad, son nuestros tapones, o sea, nuestros propios pecados, incluso los veniales, los que nos están impidiendo la escucha.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Conciencia y Ley de Dios

Domingo B de la 22ª semana de Tiempo Ordinario

PRIMERA LECTURA

No añadáis nada a lo que os mando.... así cumpliréis los preceptos del Señor

Lectura del libro del Deuteronomio 4,1-2.6-8

Moisés habló al pueblo, diciendo: - «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente." Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?» Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Sal 14, 2-3a. 3bc-4ab. 5

R Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua.

R Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor.

R Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará.

R Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

SEGUNDA LECTURA

Llevad a la práctica la palabra

Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 17-18.21b-22.27

Mis queridos hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo. Palabra de Dios.

EVANGELIO

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios, para aferraros a la tradición de los hombres

Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 1-8. 14-15. 21-23

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.) Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: - «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?» El les contestó: - «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.» Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: - «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, -fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.» Palabra del Señor.

COMENTARIO

Tras este periodo vacacional en el que he considerado a bien no escribir este "Comentario dominical" porque, aunque en el blog hay gente que esperan esto como agua de mayo, pues necesitan de la Palabra de Dios con un pequeño comentario, también tengo gente a la que se le envía vía e-mail esto en formato pdf que generalmente desconecta del correo electrónico, amen de que yo necesito este periodo para reflexionar, vuelvo al tajo con nuevos bríos. Trataré de escribir este Comentario también para las fiestas de precepto, aunque sean laborables. Dicho esto, ¡al grano!

La Ley de Dios, con todos sus decretos, preceptos, normas y mandatos, que el Señor, a través de Moisés, dio a su Pueblo antes de entrar en la "Tierra prometida" tenía como finalidad última que todos los pueblos llegaran a alcanzar el conocimiento intimo de su persona por el ejemplo que les transmitiese. Por eso, Moisés les dice: «Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente"». La interpretación que de la misma se hizo, influida también por las diferentes culturas a las que a lo largo de toda la historia de Israel ha estado expuesto y por las distintas prácticas religiosas que en cada época se hacían, llegó a desvirtuarla con tantos preceptos, muchos de ellos añadidos humanos para acallar la conciencia de la clase dirigente haciendo de estos lo que Jesucristo calificó de "tradiciones". De ahí que les dijera lo que siglos atrás había dicho por medio del profeta Isaías: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos."

La verdadera pureza no está en lo externo, sino en lo profundo, en el interior del corazón humano, en la misma conciencia. Pero la tenemos que educar, dado que va a ser la que dictará para nuestros adentros si un determinado acto cometido bajo unas circunstancias es intrínsecamente bueno o malo. Reeducar nuestra sociedad requiere, ante todo, reeducar las conciencias, tanto individuales como colectivas, proponiendo los valores de siempre que son los que nos han hecho progresar y rechazando los antivalores que hoy se nos cuelan como "un elefante por el agujero de una pequeña aguja de hilo finísimo".

domingo, 8 de julio de 2012

Juicio paralelo

Domingo de la 14ª semana de Tiempo Ordinario

PRIMERA LECTURA

Son un pueblo rebelde, sabrán que hubo un profeta en medio de ellos

Lectura de la profecía de Ezequiel 2, 2-5

En aquellos días, el espíritu entró en mí, me puso en pie, oí que me decía: - «Hijo de Adán, yo te envío a los israelitas, a un pueblo rebelde que se ha rebelado contra mí. Sus padres y ellos me han ofendido hasta el presente día. También los hijos son testarudos y obstinados; a ellos te envío para que les digas: "Esto dice el Señor." Ellos, te hagan caso o no te hagan caso, pues son un pueblo rebelde, sabrán que hubo un profeta en medio de ellos.» Palabra de Dios.


 

SALMO RESPONSORIAL

Sal 122, 1-2a. 2bcd. 3-4

R. Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.

A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo. Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores.

R. Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.

Como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora, así están nuestros ojos en el Señor, Dios nuestro, esperando su misericordia.

R. Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.

Misericordia, Señor, misericordia, que estamos saciados de desprecios; nuestra alma está saciada del sarcasmo de los satisfechos, del desprecio de los orgullosos.

R. Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.

SEGUNDA LECTURA

Presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 7b-10

Hermanos: Para que no tenga soberbia, me han metido una espina en la carne: un ángel de Satanás que me apalea, para que no sea soberbio. Tres veces he pedido al Señor verme libre de él; y me ha respondido: «Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad.» Por eso, muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso, vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte. Palabra de Dios.

EVANGELIO

No desprecian a un profeta más que en su tierra

Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 1-6

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: - «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?» Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: - «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.» No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando. Palabra del Señor.

COMENTARIO

«No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa», dice Jesús en su pueblo tras haber enseñado en la sinagoga y haber sentido el desprecio de sus paisanos a sus enseñanzas, pues pensaban que, conociendo a sus parientes y conocidos y dado que todos vivían en los alrededores, Él no tenía mucha cultura. El asombro fue mayúsculo al oírle. Pero sin fe es difícil creer, máxime cuando es a alguien cercano a quien las apariencias, mejor dicho, las falsas idealizaciones hechas a lo largo del tiempo han caricaturizado a la persona llegando a crearse otra. Esto, que en otros tiempos no era muy frecuente, hoy en día se ha generalizado, llegando a convertirse en uno de los peores vicios de la sociedad. Si a Jesús sus paisanos le juzgaron por lo que había sido (carpintero e hijo de carpintero) y por sus familiares, ¿no nos debería dar vergüenza ese tipo de juicio, hoy tan extendido por culpa de la prensa, y destrozar la reputación de la persona con cualquier habladuría?

domingo, 1 de julio de 2012

La muerte entró en el mundo por la envidia del diablo

Domingo B de la 13ª semana de Tiempo Ordinario.

PRIMERA LECTURA

La muerte entró en el mundo por la envidia del diablo

Lectura del libro de la Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-24

Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo, y los de su partido pasarán por ella. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Sal 29, 2 y 4. 5 6. 11 y l2a y 13b

R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.

R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo.

R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.

R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

SEGUNDA LECTURA

Vuestra abundancia remedia la falta que tienen los hermanos pobres

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 8, 7. 9. 13-15

Hermanos: Ya que sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tenéis, distinguíos también ahora por vuestra generosidad. Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza. Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar. En el momento actual, vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día, la abundancia de ellos remediará vuestra falta; así habrá igualdad. Es lo que dice la Escritura: «Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba.» Palabra de Dios

EVANGELIO

Contigo hablo, niña, levántate

Lectura del santo evangelio según san Marcos 5, 21-24. 35b-43

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.» Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente. Llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?» Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe.» No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entró y les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.» Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña. Palabra del Señor.


 

COMENTARIO

La muerte, morir, es uno de los misterios que todas las religiones y filosofías en todas las épocas de la humanidad han tratado de explicar. En la primera lectura, se nos da una explicación muy interesante, pero deja una pregunta: Si "la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo, y los de su partido pasarán por ella", ¿por qué , los que no somos del partido del diablo, también tenemos que pasar por la muerte? El hombre, el género humano, fue creado para vivir eternamente, pero el diablo, al entrar en el mundo haciendo caer el pecado sobre aquel, hizo que la muerte recayera sobre la creación.

Pero la lectura del Evangelio nos enseña que la muerte no tiene la última palabra. Jesús, al oír que la niña había muerto, le dice al padre, que es el jefe de la sinagoga, que tiene mucha cultura: «No temas; basta que tengas fe».

domingo, 24 de junio de 2012

Te hago luz de las naciones

Domingo B de la 12ª semana de Tiempo Ordinario. Natividad de San Juan Bautista

PRIMERA LECTURA

Te hago luz de las naciones

Lectura del libro de Isaías 49, 1-6


 

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: «TÚ eres mi siervo, de quien estoy orgulloso.» Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel -tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-:«Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.» Palabra de Dios


 

SALMO RESPONSORIAL

Sal 138, 1-3. 13-14. 15

R. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente.


 

Señor, tú me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R.


 

R. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente.


 

Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente, porque son admirables tus obras; conocías hasta el fondo de mi alma. R.


 

R. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente.


 

No desconocías mis huesos, cuando, en lo oculto, me iba formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R.


 

R. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente.


 

SEGUNDA LECTURA

Antes de que llegara Cristo, Juan predicó.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 22-26


 

En aquellos días, dijo Pablo: -«Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: "Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos." Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: "Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias." Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación.» Palabra de Dios.


 


 


 

EVANGELIO

El nacimiento de Juan Bautista. Juan es su nombre.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 57-66. 80


 

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: -«¡ No! Se va a llamar Juan. » Le replicaron: -«Ninguno de tus parientes se llama así.» Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: -«¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel. Palabra del Señor


 

COMENTARIO


 

"Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra", dijo el Señor a Isaías. Pero también a Juan el Bautista y, por añadidura, a todos nosotros.

De todos los personajes que aparecen en los evangelios, Juan es el único del cual conocemos toda su biografía, y todo gracias, principalmente, al evangelista san Lucas. Además, es el único santo que tiene en el santoral dos festividades: su Natividad (24 de junio) y su Martirio (29 de agosto).

Tal día como hoy, hace 35 años, recibí por primera vez a Jesucristo. Es un día de acción de gracias.

domingo, 17 de junio de 2012

Criterio de Dios

Domingo B de la 10ª semana

Tiempo Ordinario

PRIMERA LECTURA

Ensalzo los árboles humildes

Lectura del Profeta Ezequiel 17,22-24


 

Esto dice el Señor Dios: - Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel; para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble. Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré. Palabra de Dios


 


 

SALMO RESPONSORIAL

Sal 91,2-3. 13-14. 15-16

R. Es bueno darle gracias, Señor


 

Es bueno dar gracias al Señor y tocar para tu nombre, oh Altísimo, proclamar por la mañana tu misericordia y de noche tu fidelidad. R


 

R. Es bueno darle gracias, Señor


 

El justo crecerá como una palmera, se alzará como un cedro del Líbano; plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de nuestro Dios. R


 

R. Es bueno darle gracias, Señor


 

En la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso, para proclamar que el Señor es justo, que en mi Roca no existe la maldad. R


 

R. Es bueno darle gracias, Señor


 


 

SEGUNDA LECTURA

En el destierro o en patria, nos esforzamos en el Señor

2Cor 5, 6-10


 

Hermanos: Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida. Palabra de Dios

 

EVANGELIO

Era la semilla más pequeña, pero se hace más alta que las demás hortalizas

Mc 4, 26-34


 

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha". Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra". Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado. Palabra del Señor


 

COMENTARIO


 

La mayoría de la gente de la época en la que Jesucristo vive su vida terrena, a la cual se dirige su mensaje, es sencilla y sin mucha cultura. De ahí que les hablara en parábolas, breves narraciones que encierran una educación moral y religiosa, revelando una verdad espiritual de forma comparativa. Se basan en hechos u observaciones creíbles, teniendo la mayoría elementos de la vida cotidiana. Sin embargo, entre los discípulos, hubo personas muy cultas, no solo israelitas, que se acercaron a Jesús y se convirtieron, aceptando su mensaje, que estaba inscrito desde siempre dentro de sus corazones.

Como dice san Pablo en la segunda lectura extraída de la Segunda carta a los Corintios, "caminamos guiados por la fe, sin ver todavía". Dejarse guiar por el Espíritu Santo, la fe en Él ciegamente, como un niño se fía de su padre, es clave para el seguimiento. Vemos, sí, pero, lo que se ve es lo corrupto, lo destinado al polvo, por muy bello y maravilloso que sea.

También san Pablo, en esta misma segunda lectura, nos advierte de que "todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo" y de que recibiremos un premio o un castigo según "lo que hayamos hecho en esta vida". Pero, ¿con qué criterio seremos juzgados? El del Amor. Como Dios es amor, el mismo amor con que Él nos amó debía serlo. Nuestros criterios son muy parciales por estar llenos de prejuicios, de egoísmo…


 

domingo, 10 de junio de 2012

Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

Domingo de la 10ª semana de Tiempo Ordinario.

PRIMERA LECTURA

Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros

Lectura del libro del Éxodo 24, 3-8


 

En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: - «Haremos todo lo que dice el Señor.» Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos, y vacas como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió: - «Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos.» Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo: - «Ésta es la sangre de la afianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.» Palabra de Dios.


 

SALMO RESPONSORIAL

Sal 115, 12-13. 15 y 16bc. 17-18

R. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.


 

Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre.


 

R. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.


 

Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava; rompiste mis cadenas.


 

R. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.


 

Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo.


 

R. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.


 

SEGUNDA LECTURA

La sangre de Cristo podrá purificar nuestra conciencia

Lectura de la carta a los Hebreos 9, 11-15


 

Hermanos: Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna. Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo. Por esa razón, es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna. Palabra de Dios.


 

EVANGELIO

Esto es mi cuerpo. Ésta es mi sangre

Lectura del santo evangelio según san Marcos 14, 12-16. 22-26


 

El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: - «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?» Él envió a dos discípulos, diciéndoles: - «ld a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: "El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?" Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.» Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua. Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: - «Tomad, esto es mi cuerpo.» Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: - «Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.» Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos. Palabra del Señor.


 

COMENTARIO


 

Recientemente leí, u oí, no recuerdo bien, una frase que viene a decir que todas las religiones paganas tienen un punto de profecía de Cristo. En cierto sentido, incluso las más primitivas que aun hoy subsisten en el Amazonas y en el África Subsahariana, todas llevan, sin saberlo, un aroma cristiana. De ahí que la gran mayoría de los pueblos indígenas americanos acogieran favorablemente la fe católica.

¿A qué viene todo este rollo de las religiones paganas y la fe católica? Muchos de los que se declaran "católicos NO practicantes" y "creyentes", lo hacen sin conocer verdaderamente lo que significa y, para no complicarse en una búsqueda en comunidad, con lo que ello comporta de tiempo, van a lo más cómodo y sencillo.

Yo, antes de mi primera gran conversión, era de ese grupo. La verdad es que, durante mi adolescencia, no me importaba nada Cristo. Creía, sí, pero a mi manera. Iba a Misa en muy contadas ocasiones y comulgaba; eso sí, cada vez que lo hacía, sentía algo, un vuelco en el corazón, como si el Señor me llamara, y esa sensación duraría días o semanas. Algunas veces, con migas grandes de pan que sacaba y que hacía una bola para apastarla a modo de hostia, jugaba a ser sacerdote, sin saber las implicaciones que comporta el sacerdocio. Además, por aquel entonces, no tuve ninguna conversación seria y duradera con un sacerdote.

Cuando hablé de esto con un padre legionario, ya conocía todas sus implicaciones. Incluso antes me lo había insinuado un amigo al que había ayudado dando una catequesis a un grupo de confirmandos días después de mi Confirmación. Pero, ¿cómo iba a ser sacerdote si no tengo movilidad, si no puedo ni santiguarme? Dios me quería para sí, pero de otra manera.

Pido al Señor, en este día del Corpus Christi, fortaleza para perseverar hasta el final en la misión y en la vocación a la que he sido llamado. Que su gracia ilumine mi mente y dé paz a mi corazón.

sábado, 2 de junio de 2012

La Santísima Trinidad

Domingo de la 9ª semana de Tiempo Ordinario.

PRIMERA LECTURA

El Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro

Lectura del libro del Deuteronomio 4, 32-34. 39-40


 

Moisés habló al pueblo, diciendo: - «Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, palabra tan grande como ésta?; ¿se oyó cosa semejante?; ¿hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde el fuego, y haya sobrevivido?; ¿algún Dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, por grandes terrores, como todo lo que el Señor, vuestro Dios, hizo con vosotros en Egipto, ante vuestros ojos? Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre.» Palabra de Dios.


 


 


 

SALMO RESPONSORIAL

Sal 32, 4-5. 6 y 9. 18-19. 20 y 22

R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió con heredad.


 

La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.


 

R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió con heredad.


 

La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos, porque él lo dijo, y existió, él lo mandó, y surgió.


 

R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió con heredad.


 

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.


 

R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió con heredad.


 

Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.


 

R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió con heredad.


 


 


 


 

SEGUNDA LECTURA

Habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre)

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 14-17


 

Hermanos: Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritan «¡Abba!» (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados. Palabra de Dios.


 

EVANGELIO

Bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

Lectura del santo evangelio según san Mateo 28, 16-20


 

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les habla indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: - «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. » Palabra del Señor.


 

COMENTARIO


 

Al santiguarnos decimos: "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Es la invocación más corta a la Trinidad Santa que vale tanto para iniciar un rato de oración, la Misa, pasar un miedo, evitar tentaciones…, como para bendecir. Lo solemos hacer sin decir palabra alguna, con el simple gesto de la señal de la cruz basta (santiguarse). Vemos este gesto, cada vez con menor frecuencia, en eventos deportivos para ponerse en manos del Dios Uno y Trino (tres personas y un solo Dios) o para agradecerle el éxito.

La Santísima Trinidad es el misterio de la comunidad del Amor glorificada y siempre santificada. En el Credo, enumeramos a las Tres Personas, al igual que al santiguarnos, y, sin embargo, nuestra fe se fundamenta en la Santísima Trinidad (cfr. S. Cesáreo de Arlés, Cat. 232). El mismo Jesús nos lo manda.

También nos dice: «Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. » Pero…, ¿somos conscientes de ello realmente? ¿Creemos que Él está en el seno de Dios, que vive y que forma parte de la Santísima Trinidad?

viernes, 25 de mayo de 2012

El Gran Desconocido

Domingo de Pentecostés.

PRIMERA LECTURA

Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 1-11


 

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, preguntaban: - «¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.» Palabra de Dios


 

SALMO RESPONSORIAL

Sal 103, 1ab y 24ac. 29bc-30.31 y 34

R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres! Cuántas son tus obras, Señor; la tierra está llena de tus criaturas.

R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra.

R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras. Que le sea agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor.

R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.


 

SEGUNDA LECTURA

Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 3b-7. 12-13


 

Hermanos: Nadie puede decir: «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. Palabra de Dios


 

SECUENCIA


 

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequia, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno


 

EVANGELIO

Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. recibid el Espíritu Santo

Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19-23


 

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: - «Paz a vosotros.» Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: - «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: - «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» Palabra del Señor


 


 

COMENTARIO


 

Invocación al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

V./ Envía tu Espíritu y todo será creado.

R./ Y repuebla la faz de la tierra.

Oremos: Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; háznos dóciles a sus inspiraciones, para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Tras esta oración-invocación al Espíritu Santo, que debemos rezar todos los días al comenzar cualquier actividad, especialmente la meditación, doy comienzo este comentario.

El Espíritu Santo es el gran desconocido de la Trinidad y, sin embargo, es el nexo que une tanto al Antiguo Testamento con el Nuevo como a nosotros dentro de la Iglesia insertándonos en la gran historia universal de salvación del género humano. Además, es la fuente de inspiración para, dentro de la Iglesia, el nacimiento, florecimiento, discernimiento…, de familias religiosas, movimientos apostólicos, etc. Aparte, es también quien, a través de sus mociones, guía, acompaña y asiste a quienes tienen, por mandato divino, las funciones de dirigir y enseñar la grey. Y, por supuesto, amen de otras muchas funciones, es quien se encarga de repartir a cada uno los dones que necesita para cumplir la voluntad divina, respetando, lógicamente, la libertad humana, pero, cuando los reparte, lo hace a sabiendas de que será para que se manifieste la gloria de Dios.

sábado, 19 de mayo de 2012

Dios y la libertad humana (I)

Domingo de la 7ª semana de Pascua.

La Ascensión del Señor

PRIMERA LECTURA

Lo vieron levantarse

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 1, 1-11


 

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios. Una vez que comían juntos, les recomendó: - «No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.» Ellos lo rodearon preguntándole: - «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?» Jesús contestó: - «No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.» Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: - «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.» Palabra de Dios


 

SALMO RESPONSORIAL

Sal 46, 2-3. 6-7. 8-9

R. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas


 

Pueblos todos batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra.

R. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas; tocad para Dios, tocad, tocad para nuestro Rey, tocad.

R. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas

Porque Dios es el rey del mundo; tocad con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado.

R. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas


 

SEGUNDA LECTURA

Lo sentó a su derecha en el cielo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23


 

Hermanos: Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos. Palabra de Dios


 

EVANGELIO

Subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios

Conclusión del santo evangelio según san Marcos 16,15-20


 

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: - «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.» Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Palabra del Señor.


 

COMENTARIO

La Ascensión es un misterio que debemos continuamente contemplar. Jesucristo ha ascendido al cielo sentándose a la diestra de Dios, no para desentenderse del mundo dejándolo a su suerte, ni mucho menos a esa incipiente comunidad de discípulos que fue enviada a predicar el Evangelio hasta los confines del mundo y que dio origen a la Iglesia. Muchos piensan, incluso católicos practicantes, que ahora Dios se desentiende de todo lo que ocurre en el mundo cuando, por hambruna, guerras, catástrofes naturales…, mueren miles de personas y otras tantas se ven obligadas a desplazarse cientos o miles de kilómetros lejos de su hogar, y la gran mayoría con lo puesto y sin nada más. Sin embargo, Él nunca ha abandonado a la Humanidad. Su aparente ausencia se debe al respeto que Él tiene de nuestra libertad y de las leyes de la naturaleza que formó, a pesar de Su omnipotencia para actuar. En determinadas épocas del pasado, Dios, siempre a través de mediaciones humanas, ha actuado con sus portentos. El ejemplo más claro lo tenemos en el Libro del Éxodo.

Hoy en día, sigue actuando, a pesar de nuestra incredulidad y falta de fe, en cada persona y en cada acontecimiento de nuestra existencia. No somos conscientes de ello porque creemos que todo es fruto o de nuestro esfuerzo o de nuestro deseo o, incluso, del azar. Sin embargo, cada persona es única y, por ello, es preparada por Dios para una singular historia de Amor. La libertad de cada una es respetada hasta el final, pero no deja de actuar mediante los acontecimientos ordinarios y extraordinarios y las personas con las que, a lo largo de su vida, se va relacionando.